El cristiano y la Oración. Por Rev. Dean & Juany Gonzales






El cristiano y la Oración.  

Introducción.

Si nosotros deseamos crecer sanos y fuertes en nuestra vida cristiana, necesitamos

desarrollar una vida de oración.

Hablar de una vida de oración no es fácil, tenemos que pasar por un proceso de tres fases:  1.- el deseo 2.- la disciplina y 3.- el deleite .


Es muy importante entender, que tanto el deseo de orar , como la disciplina de orar y

el deleite de orar , no es algo que se logre por nuestro propio esfuerzo o nuestra propia

carne, sino mas bien , es el resultado de la obra de Dios en nosotros.

Debemos pedirle al Señor en oración, que el implante en nuestro corazón el deseo, la disciplina y el deleite. 

La Biblia dice: “ Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” Filipenses 2:13.

Porque entonces te deleitarás en el Omnipotente, y alzarás a Dios tu rostro. Orarás a El y te oirá”. Job22:26-27

Cristo dijo: “Pedid y recibiréis, para que vuestro Gozo sea cumplido”

A la luz de estos pasajes bíblicos, el deseo de orar: es el querer; la disciplina de orar: es el hacer; y el deleite de orar: es el gozo.Esta enseñanza es importante, porque la mayoría de los cristianos hemos llegado a sentir apatía, pereza y aun aburrimiento en la oración. Pero si nosotros le pedimos a Dios que el produzca en nuestro corazón, el deseo de orar, la disciplina de orar y el deleite de orar, Dios lo hará mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos.

Pero si hay alguien verdaderamente interesado en que nosotros aprendamos a vivir en oración, es Dios mismo.
La Oración:


1.- Es la fuerza, el Poder de Dios que quita los estorbos, los obstáculos que

Estorban para que en nuestras vidas corra el agua de  vida, los ríos de agua del Espíritu Santo.


2.- La Palabra de Dios nos nutre,  el alimento espiritual, es el fundamento de  una construcción,  es

la luz que nos alumbra.


3.- La alabanza y la adoración nos ayuda en la comunión con Dios.
Oración.

“Amoroso Padre: tu me conoces y sabes lo difícil que ha sido para mí, alcanzar un

vida de oración. Ahora entiendo, que necesito pedirte, que siembres en mi corazón

el deseo de orar, la disciplina de orar y el deleite de orar; para que los propósitos

que  tu deseas que se cumplan en mí, a través de la oración, sean una vivencia

plena y real en mi vida. Dame Señor el deseo, la disciplina y el deleite de orar y

cumple tus propósitos en mí, en el nombre de Nuestro Salvador y Señor Jesucristo”.


Comentarios

Entradas populares de este blog

CCNE-Clinica para La Familia- Lema:"Dios para Mi Familia y Mi Familia para Dios" Salmo 96:7-8